La Bienal de Venecia plantea cómo copiar el patrimonio para salvarlo
Se busca ponerlo a salvo del cambio climático, las guerras, el turismo masivo o los desastres naturales.
El museo londinense Victoria and Albert (V&A) y la Bienal de Venecia presentaron hoy en un proyecto especial cómo salvar el patrimonio mundial del cambio climático, las guerras, el turismo masivo o los desastres naturales.
Se trata de la primera vez que el museo británico participa en este evento, el más importante del mundo en el ámbito de la arquitectura, y la muestra plantea el papel que la copia puede desempeñar en la conservación de todo tipo de patrimonio.
Este es uno de los proyectos especiales incluidos en la XV edición de la Bienal, cuyo comisario, el chileno Alejandro Aravena, pidió a sus participantes aportar ideas desde "el frente" de la creación, con el propósito general de mejorar la calidad de vida de los seres humanos.
Objetivo particular en esta muestra son tanto los más 800 lugares Patrimonio de la Humanidad que la Unesco (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) considera están en peligro, junto a otros bienes en riesgo, como los archivos digitales físicos o en internet, que pueden desaparecer para siempre.
La exposición que alberga la Bienal de Venecia exhibe algunas de las copias en escayola de fragmentos de monumentos clásicos por las que es conocida el V&A, como otros objetos más recientes.
Es el caso de la reproducción en piedra sintética a escala 1:1 de uno de los refugios del campamento de Calais (Francia) en los que miles de personas esperan la oportunidad de cruzar el Canal de la Mancha.
La exposición plantea que la copia de una construcción tan efímera y frágil como ese refugio puede ser la única manera de que, en el futuro, se puedan conocer detalles precisos de la actual crisis de refugiados que atraviesa la Unión Europea.
"No decimos que una copia es lo mismo que un original, reconocemos que la copia tiene limitaciones", dijo a Efe una de la comisarias de la exposición, Danielle Thom.
"Pero desde el punto de vista del estudio y de la conservación del patrimonio, una copia es mejor que nada desde muchos puntos de vista", agregó la experta, responsable de la investigación realizada para montar la exposición.
"No pretendemos tener todas las respuestas desde ese punto de vista pero al menos haciendo una copia uno tiene la opción de reconstruir", estimó Thom.
El punto de partida de los organizadores de la muestra es que el cambio climático, inundaciones o terremotos, la urbanización descontrolada o el turismo masivo han puesto en evidencia la necesidad de abordar las formas de conservar el patrimonio.
La pregunta es: ¿Qué copiamos y cómo?, ¿Cuál es la relación entre la copia y el original en una sociedad que valora lo auténtico?. Y también: ¿Cómo se puede hacer que ese esfuerzo esté coordinado y a una escala de verdad global e inclusiva?.
En este sentido la participación del V&A resulta relevante como ejemplo de la producción de copias, un actividad en la que el museo londinense tiene práctica desde el siglo XIX.
La exposición se titula "Un mundo de partes frágiles" e investiga la actividad de la copia durante los últimos doscientos años, desde que en 1867 el primer director del museo redactara un convenio sobre el intercambio internacional de copias.
La muestra exhibe parte del Arco de Triunfo de la ciudad de Palmira, en Siria, destruido parcialmente por los miembros del Estado Islámico que ocupó el yacimiento arqueológico, reproducido en mármol con ayuda de un cortador de piedra computerizado por el Instituto de Arqueología Digital (IDA en sus siglas en inglés) y recientemente montado en la londinense plaza de Trafalgar.
La copia fue posible a partir de un modelo digital que utilizó la técnica de la fotogrametría, que consiste en utilizar cientos de imágenes para generar un archivo en 3D que luego se utilizó para tallar el mármol.
Otro ejemplo de la utilidad de la copia lo traslada la reproducción en yeso de un busto creado en torno al año 1470 por el escultor renacentista Francesco Laurana y cuyo original fue destruido en 1945: solo la existencia de un molde ha permitido volver a apreciar su volumen y sus detalles.
La muestra exhibe otro tipo de copia, la de los archivos digitales, de cuya durabilidad parece no dudarse hasta que se piensa en los sitios en internet que ya no existen, como Second Life.
Del artista Andreas Angelidakis se exhibe en Venecia la reproducción, en un material sintético mullido y similar a un cojín y en tres dimensiones, de "ruinas falsas" que procede literalmente de un objeto que había sido creado para el mencionado sitio de realidad virtual.
Los organizadores de la muestra estiman que los esfuerzos por proteger la herencia cultural "no tienen límites. Su naturaleza global reconfigura nuestra valoración de lo que merece copiarse, ya sea un edificio, un objeto, un refugio para inmigrantes o los sonidos de la naturaleza".
Según otro de los comisarios de la muestra, Brendan Cormier, la creciente disponibilidad de escáneres e impresoras en 3D llega en el mejor momento "en el contexto de la protección de la cultura, mientras aumenta la amenaza de la destrucción de nuestro patrimonio material mundial".
EFE